Legionella: prevención y control

Al término legionella: prevención siempre va unido el vocablo control. Ahora bien, ¿es sencillo? A continuación, explicaremos los problemas que surgen cuando aparece un brote de esta peligrosa bacteria y por qué es importante el control y la prevención de la legionella. Comenzamos. 

Qué es la legionella

Lo primero es saber de qué estamos hablando. En este caso, nos referimos a una bacteria conocida como Legionella Pneumophila. La misma vive en ambientes húmedos y acuáticos, como en ríos, embalses o lagos. Desde esos lugares coloniza su sistema de abastecimiento y se desarrolla, de ahí que pueda llegar a zonas pobladas a través de redes de agua y sistemas similares. 

La legionella se desarrolla en condiciones determinadas: 

  • Ha de haber un medio hídrico con temperaturas entre 20ºC y 45ºC. Por debajo, está latente, y por encima, no se multiplica. Muere a partir de 70ºC.
  • Esta bacteria suele procrear y desarrollarse en zonas con agua estancada en la que dispone de amplia acumulación de nutrientes. 
  • Las incrustaciones sirven como asentamiento defensivo de la legionella frente a desinfectantes. 

Legionelosis

En cuanto a la legionelosis, recuerda que es la enfermedad causada por la bacteria legionella. Los primeros síntomas suelen ser estos: 

  1. Fiebre alta como en los casos de neumonía.
  2. Síndrome febril agudo. 

Transmisión

¿Cómo se transmite esta bacteria? Lo hace a través de las vías respiratorias. Para ello, los aerosoles son un medio perfecto. Al pulverizar el agua, esas pequeñas partículas tienen fácil acceso a las citadas vías respiratorias. 

Por eso existen ciertas instalaciones que son más peligrosas que otras, ya que favorecen una mayor transmisión o posible transmisión de la legionella. Estas son las zonas húmedas que emiten aerosoles, como las duchas, los grifos, los baños de hidromasaje, etc. 

  1. En instalaciones individuales. Hay gran riesgo debido a las aguas sanitarias calientes, si se acumulan, ya que actúan como amplificaciones de la bacteria. 
  2. En instalaciones comunitarias. Los depósitos comunitarios son peligrosos por las centralizaciones de agua caliente para su posterior distribución en las viviendas. 

Legionella: prevención y medidas

Entonces, ¿qué medidas de prevención podemos adoptar para prevenir la aparición de la legionella? Por fortuna hay bastantes que favorecen que se minimice este problema. Veamos las más importantes que se aplicarán en función de las instalaciones que tenga el edificio, ya sea público, de viviendas particulares o incluso de una sola familia: 

  • Comprobación periódica de estructuras.
  • Protección del calor y la contaminación de cubiertas impermeables. 
  • Disposición de sistema de renovación de agua con salida y entrada. 
  • Desinfección y limpiado de residuos, como mínimo, una vez por año. 
  • En caso de disponer de sistema centralizado de agua caliente, se programará un servicio de mantenimiento que incluya tratamientos anuales y limpieza periódica de tanques con carácter preventivo. 
  • Si el edificio tiene una caldera de combustión dotada de acumulador o termo eléctrico, es necesario que la temperatura esté siempre sobre los 60ºC y sin apagado nocturno. 
  • Evita el uso de accesorios innecesarios y filtros en las duchas y los grifos de la vivienda. Y, si se utilizan, se ha de extremar la limpieza.
  • Es bueno usar difusores de gota gruesa en la ducha. 
  • Se deben purgar semanalmente los grifos poco usados, dejando correr el agua durante 5 minutos. 
  • Desmonta los filtros y difusores una vez al año para desinfectarlos. Sumérgelos en lejía diluida o un producto similar. 
  • Elimina la cal incrustada aplicando productos anti-cal o vinagres. 
  • Limpia y desinfecta la bañera después de cada baño en jacuzzis o bañeras de hidromasaje. 
  • Cada año, limpia las bandejas de recogida de condensados de los aparatos de aire acondicionado desinfectando con lejía. 

Para evitar los problemas provocados por la legionella, recuerde optimizar la prevención y el control. Solo así asegura el bienestar. Si quiere saber más, contáctenos.

¿En qué se diferencian el control de plagas y la fumigación?

Diferenciar el control de plagas de la fumigación es una labor clave para que el usuario medio sepa con exactitud qué servicio necesita llegado el momento. Entendemos la necesidad de acabar con carcoma, termitas, hormigas o cucarachas cuando aparecen en masa en un lugar concreto, ya sea nave industrial, oficina, vivienda, etc. Ahora bien, no es habitual que haya que fumigar, pese a lo extendido del término, pero sí que es interesante trabajar en el constante control de plagas.

Control de plagas

Para entender la diferencia, consideramos importante entender qué es cada concepto, ya que las empresas de control de plagas rara vez ofrecen servicios de fumigación.

En lo referente al citado control de plagas, la labor principal del servicio se centra en labores como la desinfección, la desratización y la desinsectación. Es decir, se solucionan los problemas de insectos y alimañas en gran número en toda clase de instalaciones y edificios, desde industrias hasta empresas.

Y es que las empresas de control de plagas no fumigan. De hecho, su labor es mucho más centralizada, ya que se dirige hacia localizaciones o zonas muy específicas, de forma que se pueda acabar con el problema de insectos de una forma directa, limpia y evitando contaminación innecesaria y problemas de salud de las personas.

Dicho esto, conviene tener clara la efectividad del servicio y, a su vez, saber que el objetivo último es poner en contacto a la plaga con el principio activo plaguicida, poniendo fin de esta manera al problema en cuestión.

 

Fumigación

La fumigación no es una actividad que suelan realizar las empresas de control de plagas. No obstante, entendemos que es un término muy extendido, por lo que comprendemos la confusión que se presenta entre mucha gente.

Las empresas encargadas de fumigar aplican lo que se llaman productos fumígenos. Son tratamientos muy peligrosos que exigen la toma de medidas especiales para la seguridad.

Las diferencias básicas y los conceptos clave

Aunque existen empresas que pueden ofrecer servicios de control de plagas y también de fumigación, los productos que usan los expertos de este último tipo de organización utilizan productos establecidos como muy peligrosos según el Registro Oficial de Establecimientos Biocidas, que son extremadamente tóxicos para la salud humana.

Sea como fuere, la eliminación completa de una plaga exige un conocimiento certero de la misma. Aunque muchos ciudadanos piensen en la fumigación, en realidad es necesario saber cuál será el tratamiento correcto dependiendo de ciertos detalles:

  1. La especie. Obviamente, no es lo mismo acabar con una plaga de termitas que con una de hormigas o cucarachas.
  2. El grado de infestación. También es lógico conocer el nivel de avance de la plaga, ya que, dependiendo del grado de infestación de la instalación, igual que de la especie, como hemos dicho, los expertos tendrán que poner en práctica unas medidas u otras para proceder a la resolución definitiva del problema.

Contratar expertos en control de plagas y fumigación

Queda claro que, por norma general, la fumigación va por un lado, mientras que el control de plagas va por otro.

Sea cual sea el servicio que necesite, recuerde que será importante contar con una empresa profesional que recomiende un tratamiento personalizado para cada caso. Así pues, si busca servicio adecuado y presupuesto adaptado, es conveniente que clique aquí y nos contacte hoy mismo. Cada minuto que pasa es esencial para que el problema no se enquiste y vaya a más.

¿Qué es la seguridad alimentaria?

La definición de seguridad alimentaria genera ciertas dudas entre el gran público. Por eso consideramos necesario explicar brevemente en qué consiste y por qué la salud del 100% de la población del planeta depende de ella. Comenzamos.

Seguridad alimentaria: definición y referencias

El término seguridad alimentaria hace referencia a la utilización de diversas estrategias y diferentes recursos encargados de asegurar que todos los alimentos que están destinados al consumo sean seguros para cualquier ser vivo, ya se trate de humanos o de animales.

En los últimos años se han asociado otros términos a la seguridad alimentaria, como son la autosuficiencia, la nutrición o el acceso a la alimentación.

En referencia a acuñar este término, es obvio que el cambio de paradigma producido en las últimas décadas ha sido clave en este proceso. Y es que se han globalizado los sistemas de producción, lo que ha sido decisivo para un cambio productivo que ha venido acompañado de una mayor preocupación por la seguridad alimentaria.

Hace unos años que términos como calidad y seguridad se asocian, se reconocen y se exigen. De hecho, el consumidor quiere saber qué compra y qué pondrá sobre su mesa, lo que ha provocado la aparición de nuevos retos para prevenir todo riesgo alimentario.

 

Hasta 200 enfermedades se pueden transmitir a través de la alimentación

Tal vez no lo sabe, pero en la actualidad, según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud, se han detectado un total que supera las 200 enfermedades que se transmiten a través de la alimentación, lo que afecta a millones de personas cada año.

Además, algunas de las enfermedades provocadas por la falta de seguridad y control en la alimentación pueden ser mortales. Así lo afirma la propia OMS al anunciar que une enfermedad diarreica, generalmente provocada por ingerir productos en mal estado o por beber agua contaminada, acaba con la vida de 1,5 millones de niños cada año.

Los riesgos microbiológicos más habituales a los que se enfrentan los expertos en seguridad alimentaria son conocidos por la población en general. Entre las bacterias más tristemente célebres y dañinas están la E. Coli y la Salmonella. Por su parte, la OMS también destaca el riesgo de los contaminantes químicos que aparecen en algunos alimentos.

¿Cómo reducir los riesgos alimentarios?

En un momento de alta globalización, implementar los controles necesarios para que todos los países garanticen a su población un transporte óptimo de alimentos es complejo. No obstante, organizaciones internacionales como la OMS o la FAO están aplicando políticas que ayudan a enfrentar los retos del mercado actual para asegurar que toda la población dispone de un acceso óptimo a alimentos de calidad que han superado diversos controles.

Aun así, es obvio que no podemos aspirar al riesgo cero total, ya que hoy en día no existe. No obstante, cada día se implementan medidas más acertadas para reducir el riesgo alimentario a su mínima expresión. Para ello, los controles que pasan los alimentos antes de llegar a la mesa son múltiples y muy estrictos. Y, es más, las instituciones nacionales e internacionales continúan extremando las medidas para acercarse cuanto se pueda al riesgo cero.

Esto es cuanto debe saber sobre la seguridad alimentaria. Ya ve que es una cuestión importante que cada día gana más presencia a nivel mundial, puesto que la ciudadanía posee una mayor concienciación con este tema clave para la salud mundial. Si desea conocer más sobre este tema, consulte con el equipo de Grupo GAM aquí.