Por qué nos debe preocupar la legionella

Esta es una pregunta interesante que no todo el mundo se hace, pero sí es verdad que nos tenemos que hacer todos: ¿Por qué nos debe preocupar la legionella en otoño? Parece que es un problema que se asocia al verano y a la primavera, o sea, al calor. Pero no, también es importante tenerla presente pasado el estío, y te vamos a explicar los porqués.

Qué es la legionella

Aunque en este blog ya hemos hablado del tema, conviene tener claro antes de seguir avanzando qué es la legionella y por qué es tan peligrosa para la salud humana.

La bacteria Legionella pneumophila se manifiesta con síntomas muy característicos, como dificultad respiratoria, tos y fiebre moderada. A lo largo de varios días, la persona que la sufre sentirá cansancio y debilidad, pudiendo acompañarse de vómitos, dolores estomacales, diarrea y malestar abdominal.

Si desarrollas fiebre alta, dolor de cabeza y muscular, dificultad respiratoria y otros síntomas como los mencionados, y estás en pleno octubre o noviembre, por ejemplo, sabrás que la legionella podría estar haciendo de las suyas.

El clima suave y el porqué nos debe preocupar la legionella en otoño

Anecpla, la Asociación Nacional de Empresas de Salud Ambiental, afirma que octubre es, en realidad, el mes más peligroso para la legionelosis, mostrando que solo en España se dan unos 1000 positivos cada año.

¿Por qué sucede este fenómeno? Se dan las mejores circunstancias para que prospere la bacteria, tanto en estructuras de edificios como en conductos de aire acondicionado y calefacción.

Después del calor del verano, cuando bajan las temperaturas, los equipos climatizadores se utilizan menos. Eso es una ventaja. Sin embargo, es una especie de trampa, pues pasadas unas semanas, llega el conocido de forma popular como veranillo de San Miguel. Es decir, unos días extra de calor con los que no siempre que cuenta. Entonces, aparece el verdadero peligro, pues los equipos climatizadores se vuelven a poner en marcha, pero esta vez sin una revisión previa.

Así pues, existe la tendencia generalizada de activar los equipos de refrigeración sin que antes se hayan inspeccionado debidamente, y eso puede ser un peligro, ya que la legionella puede actuar en poco tiempo.

Esta actividad es especialmente preocupante en grandes superficies, en industrias y en comercios. No obstante, también es interesante recordar que en instalaciones domésticas y en oficinas que dispongan de falso techo para albergar conductos de ventilación el riesgo es elevado.

La suciedad que se ha ido acumulando durante el verano puede ser un hábitat ideal, ya que el calor ambiental va de 25ºC a 45ºC, con una media en torno a los 35ºC, que es ideal para que esta bacteria encuentre un medio para desarrollarse.

El cambio climático, un elemento peligroso

Y a eso sumamos el cambio climático, que se ha convertido en un elemento peligroso, pues el aumento de la humedad del aire y las temperaturas crean un caldo de cultivo fantástico para que esta bacteria también se pueda desarrollar durante el otoño, aprovechando el calor que permanece y la humedad de las lluvias.

Además, hay que añadir que la OMS considera desde 2015 que el cambio climático ha sido uno de los detonantes del aumento de la legionelosis en todo el mundo.

Por todo ello tenemos que entender que el hecho de que nos preocupe la legionella en otoño es acertado. Si quieres tomar medidas adecuadas, cuenta con nuestros servicios.

Cómo prevenir una infección de legionella

Prevenir una infección de legionella es evitar un peligro muy real y muy arriesgado que, en muchos casos, puede acabar con la muerte de personas expuestas a esta bacteria. Por eso queremos ofrecer algunos consejos a poner en práctica.

La legionella

Comencemos por especificar qué es la legionella. Hablamos de una peligrosa bacteria llamada realmente Legionella Pneumophila. Esta se desarrolla en ambientes acuáticos como en embalses y en ríos, pero también en espacios con agua estancada. 

Las condiciones en que prospera la legionella

Existen ciertas condiciones externas en las que la legionella prospera y se desarrolla adecuadamente, pudiendo multiplicarse a gran velocidad. Para evitar amplias concentraciones, dentro de las posibilidades, hemos de crear ambientes que no posean: 

  • Un medio hídrico con temperaturas entre 20ºC y 45ºC. Por debajo la bacteria pasa a estado de latencia. Por encima no se multiplica. Para matarla, hay que elevar a 70ºC. pero su temperatura de crecimiento ideal radica entre los 35ºC y los 37ºC. 
  • Los lugares en que hay agua estancada, donde se acumulan lodos, algas, bacterias, amebas y otros nutrientes, son nichos ecológicos muy adecuados para que prospere la legionella. 
  • Cuando aparecen incrustaciones, hemos de saber que se crea una estructura de asentamiento defensivo que sirve a esta bacteria para defenderse de cualquier agresión, por ejemplo, si se rocía la zona con desinfectante. 

La legionelosis 

Entendemos la legionelosis con la enfermedad que, con origen ambiental, viene provocada por la infección de la bacteria llamada legionella y que se manifiesta como afección pulmonar en forma de neumonía con fiebre alta, o bien como síndrome febril agudo de pronóstico leve. La primera se conoce popularmente como enfermedad del legionario, la segunda como fiebre de Pontiac

Las medidas para prevenir una infección de legionella 

Explicado el peligro que integra la legionella, vamos a conocer qué medidas hemos de adoptar para prevenir la presencia en primer lugar y, si aparece, evitar la proliferación y, en la medida de lo posible, eliminarla cuanto antes. 

Por eso, la primera medida a poner en práctica será evitar que se acumule agua, para que no proliferen los nutrientes. Y, si se acumula, tratar de que el rango de temperaturas no sea el adecuado para que prospere. 

Todas las medidas que se tomen se deben aplicar tanto en las viviendas particulares como en las instalaciones comunitarias si así se necesitase. 

Además, cualquier edificio que cuente con aljibes, depósitos o tanques en los que se guarda agua para consumo humano debe disponer de un programa de mantenimiento muy exhaustivo: 

  1. Se ha de comprobar toda estructura que pueda ser óbice para que se presente este problema. 
  2. Todas las citadas estructuras deben ser protegidas de elementos como la contaminación o el exceso de calor. Para ello, conviene utilizar cubiertas impermeables
  3. Hay que disponer de un sistema continúo de renovación de agua. Es decir, que posea entrada, salida, rebosadero y zona de purga. 
  4. Y, por supuesto, y esto es norma general y se debería considerar incluso obligatoriedad, habrá que hacer una limpieza periódica, como mínimo, una vez por año. En cualquier caso, según su naturaleza y riesgo, dichas limpiezas y desinfecciones pueden ser más habituales. 

Estos son los pasos a dar para prevenir una infección de legionella. Si quieres evitar los posibles peligros y estar prevenido, mejor contar con un servicio profesional. Nosotros podemos ayudarte. Solo has de contactarnos y te informaremos con todo lujo de detalles.

Legionella: prevención y control

Al término legionella: prevención siempre va unido el vocablo control. Ahora bien, ¿es sencillo? A continuación, explicaremos los problemas que surgen cuando aparece un brote de esta peligrosa bacteria y por qué es importante el control y la prevención de la legionella. Comenzamos. 

Qué es la legionella

Lo primero es saber de qué estamos hablando. En este caso, nos referimos a una bacteria conocida como Legionella Pneumophila. La misma vive en ambientes húmedos y acuáticos, como en ríos, embalses o lagos. Desde esos lugares coloniza su sistema de abastecimiento y se desarrolla, de ahí que pueda llegar a zonas pobladas a través de redes de agua y sistemas similares. 

La legionella se desarrolla en condiciones determinadas: 

  • Ha de haber un medio hídrico con temperaturas entre 20ºC y 45ºC. Por debajo, está latente, y por encima, no se multiplica. Muere a partir de 70ºC.
  • Esta bacteria suele procrear y desarrollarse en zonas con agua estancada en la que dispone de amplia acumulación de nutrientes. 
  • Las incrustaciones sirven como asentamiento defensivo de la legionella frente a desinfectantes. 

Legionelosis

En cuanto a la legionelosis, recuerda que es la enfermedad causada por la bacteria legionella. Los primeros síntomas suelen ser estos: 

  1. Fiebre alta como en los casos de neumonía.
  2. Síndrome febril agudo. 

Transmisión

¿Cómo se transmite esta bacteria? Lo hace a través de las vías respiratorias. Para ello, los aerosoles son un medio perfecto. Al pulverizar el agua, esas pequeñas partículas tienen fácil acceso a las citadas vías respiratorias. 

Por eso existen ciertas instalaciones que son más peligrosas que otras, ya que favorecen una mayor transmisión o posible transmisión de la legionella. Estas son las zonas húmedas que emiten aerosoles, como las duchas, los grifos, los baños de hidromasaje, etc. 

  1. En instalaciones individuales. Hay gran riesgo debido a las aguas sanitarias calientes, si se acumulan, ya que actúan como amplificaciones de la bacteria. 
  2. En instalaciones comunitarias. Los depósitos comunitarios son peligrosos por las centralizaciones de agua caliente para su posterior distribución en las viviendas. 

Legionella: prevención y medidas

Entonces, ¿qué medidas de prevención podemos adoptar para prevenir la aparición de la legionella? Por fortuna hay bastantes que favorecen que se minimice este problema. Veamos las más importantes que se aplicarán en función de las instalaciones que tenga el edificio, ya sea público, de viviendas particulares o incluso de una sola familia: 

  • Comprobación periódica de estructuras.
  • Protección del calor y la contaminación de cubiertas impermeables. 
  • Disposición de sistema de renovación de agua con salida y entrada. 
  • Desinfección y limpiado de residuos, como mínimo, una vez por año. 
  • En caso de disponer de sistema centralizado de agua caliente, se programará un servicio de mantenimiento que incluya tratamientos anuales y limpieza periódica de tanques con carácter preventivo. 
  • Si el edificio tiene una caldera de combustión dotada de acumulador o termo eléctrico, es necesario que la temperatura esté siempre sobre los 60ºC y sin apagado nocturno. 
  • Evita el uso de accesorios innecesarios y filtros en las duchas y los grifos de la vivienda. Y, si se utilizan, se ha de extremar la limpieza.
  • Es bueno usar difusores de gota gruesa en la ducha. 
  • Se deben purgar semanalmente los grifos poco usados, dejando correr el agua durante 5 minutos. 
  • Desmonta los filtros y difusores una vez al año para desinfectarlos. Sumérgelos en lejía diluida o un producto similar. 
  • Elimina la cal incrustada aplicando productos anti-cal o vinagres. 
  • Limpia y desinfecta la bañera después de cada baño en jacuzzis o bañeras de hidromasaje. 
  • Cada año, limpia las bandejas de recogida de condensados de los aparatos de aire acondicionado desinfectando con lejía. 

Para evitar los problemas provocados por la legionella, recuerde optimizar la prevención y el control. Solo así asegura el bienestar. Si quiere saber más, contáctenos.

Grupo GAM prestará el servicio de control de plagas urbanas y control de legionella un mínimo de cuatro años más

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El Exmo. Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz ha adjudicado el concurso de Control de plagas urbanas y control de Legionella a la división de Higiene de Grupo GAM por una duración de cuatro años. Este contrato ratifica la gestión de la empresa en el ámbito de la salud pública en un municipio tan importante en la Región de Murcia como es el de Caravaca.  Grupo GAM lleva prestando este servicio desde 2014.

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Juan Ángel Carrillo. Gerente y Dtor. Técnico de Grupo GAM. José Navarro. Alcalde de Caravaca de la Cruz. Teresa Moreno. Comercial.